EL SENTIDO DE LA VIDA
Después de unos primeros días de desconcierto por las imprevistas consecuencias del coronavirus se ha dado paso a otro tipo de emociones como el aburrimiento, la ansiedad o la tristeza. Cuando alguien expresa su malestar muchas personas responden que mientras nuestros antepasados lucharon en guerras a nosotros solo se nos pide quedarnos en casa y que no tenemos derecho a quejarnos. Pero esta comparación es tramposa. Cuando nos ocurre algo no lo comparamos con la peor de las circunstancias posibles. Quien recibe un diagnóstico de cáncer no piensa que hubiera sido peor un ELA. Valoramos lo que nos ocurre en función de las expectativas que teníamos sobre nuestra vida. Y quedarnos en casa tiene muchas implicaciones en dichas expectativas. Deportistas que no pueden entrenar, autónomos cuyos proyectos han de aplazarse, enfermos que se beneficiaban de caminar y que se van sintiendo cada día peor físicamente, adolescentes que se quedaran sin un viaje de fin de curso para el que han estado haciendo bocadillos desde setiembre…
Aunque otras personas y otros países tengan problemas mucho más graves que los nuestros tenemos derecho a sentirnos mal por el “solo” hecho de tener que quedarnos en casa.
Dicho esto, es un ejercicio sano aprender a realizar una justa medida de las cosas ya que eso nos permitirá una mejor adaptación a nuevas circunstancias y encontrar en ellas nuestro sentido de la vida.
En ocasiones me imagino la vida como si se tratara de un videojuego. Cada pantalla nueva es en realidad una época de la vida con condiciones diferentes y, como en el videojuego, has de buscar tus nuevos objetivos y tus nuevas herramientas o habilidades para conseguirlo mientras aprendes a moverte en el nuevo escenario. Puede que el entorno no te guste, puede que tu objetivo no te entusiasme o te genere confusión pero has de jugar para seguir adelante y la mejor estrategia para superar esa pantalla y pasar a otra diferente es no insistir en mantener los objetivos y herramientas de pantallas previas cuando has comprobado que aquí no funcionan. En los momentos de cambio la flexibilidad será la mejor estrategia.
La pantalla “Coronavirus” ha llegado interrumpiendo repentinamente la anterior creando un contexto completamente diferente a en los que nos habíamos movido hasta entonces. Muchos aspectos que dábamos por sentados en nuestra vida han desaparecido como el salir a la calle, llevar a los niños y niñas al colegio o, incluso, nuestro propio concepto de seguridad tal y como lo conocemos. Nuestro personaje, es decir, nosotros mismos, hasta ese momento ha ido evolucionando con una cierta continuidad. De alguna manera podía anticipar qué le esperaba en cada cambio de pantalla. Pero ahora se encuentra en un paisaje diferente donde los recursos que siempre habían sido muy útiles ya no tienen lugar. Y nuestro personaje (nosotros) se siente perdido.
¿Y que toca hacer ahora? Jugar. Cuanto antes te muevas antes te ubicarás en tu nueva pantalla. ¿Has encontrado ya tu objetivo? ¿Cuál es? ¿Aguantar económicamente? ¿Ocupar el tiempo? ¿Mejorar la convivencia familiar? ¿Superar una enfermedad? Con el objetivo identificado puedes comenzar a buscar los recursos para conseguirlo.
No es una situación fácil. Habrá momentos de tristeza (y no tendrás a tu lado los brazos que necesites), habrá momentos de ansiedad (y no podrás salir a correr para relajarte), habrá momentos de tensión (y no podrás ir a dar un paseo para estar sola). Pero todo ello es más fácil de gestionar si no te sientes sobrepasada y sin control sobre tu vida. Es más fácil cuando sabes hacia donde vas.
Pero si te sientes perdida, si no ves salida, si la ansiedad no te deja pensar, igual que en los videojuegos, puedes pulsar el botón de ayuda. Diversos organismos y entidades públicas y privadas han facilitado teléfonos de asistencia para acompañar psicológicamente en esta crisis. En el caso de que tu dificultad sea más compleja porque venga de un problema previo o porque desearías una continuidad con un profesional concreto las psicólogas y los psicólogos hemos hecho un importante esfuerzo en adaptar nuestros servicios para ofrecer una opción telemática.
En uno u otro caso, si te encuentras mal, pulsa el botón de ayuda.