LA PSICOLOGIA DE LA SALUD

Aunque todo el mundo relaciona el psicólogo/a con los problemas mentales una de las áreas donde la psicología puede ser más beneficiosa es en la salud física.

Las enfermedades afectan a las personas en muchos ámbitos:

-cambios de hábitos: a menudo los tratamientos implican nuevas rutinas que, en ocasiones, deben ser mantenidas de por vida

-Reestructuración familiar: cuando la enfermedad es grave se dan cambios en los roles familiares que afectan física, emocional y socialmente a los diferentes miembros de la familia.

-identificación y autoimagen: las enfermedades pueden ser muy invasivas y acabar confundiéndose con la propia identidad. Cuando esto ocurre la enfermedad domina completamente la vida de la persona y la limita más de lo necesario. Por grave que sea una enfermedad es importante mantenerla en su lugar y que nunca nos defina.

-Proyecto vital: hay enfermedades que obligan a replantear profundamente la vida. Resituarse es una tarea complicada porque no es fácil ver las opciones que quedan cuando nuestro día a día, tal y como lo conocíamos, ha cambiado tanto y a duras penas llegamos a solventar las exigencias nuevas. En el, a veces, pequeño grado de libertad que nos queda está el nuevo proyecto vital y no siempre es fácil encontrarlo por uno mismo

-Preservar el control: la enfermedad no viene sola. Suele ir acompañada de muchas pruebas médicas, horarios, salas de espera, hospitalizaciones… Nos dicen qué podemos comer y si podemos hacer determinadas actividades o no. Son directrices que debemos seguir si queremos cuidar nuestra salud pero que las vivimos como si hubiéramos entrado en el ojo del huracán. Tomar el máximo control posible del proceso médico y mantener una actitud proactiva reduce el nivel de ansiedad.

-cambios físicos: la dureza de determinadas enfermedades se ve en el cuerpo y en la cara y puede ser muy doloroso aceptar estas alteraciones, especialmente si son definitivas

-problemas colaterales: dificultades económicas, pérdida de amigos, movilidades reducidas, renuncia a actividades que habían sido nuestro eje, … Cada enfermedad y cada situación son diferentes pero todas influyen en nuestra vida en aspectos muy diversos hasta el punto, en algunos casos, que estos efectos colaterales pueden ocasionar más problemas que la propia enfermedad.

Las enfermedades son una de las mayores fuentes de estrés de nuestra sociedad. La psicología de la salud se dedica a trabajar estas cuestiones no médicas que causan mucho disconfort en el paciente y que pueden dificultar la adhesión al tratamiento o simplemente, que no es poco, reducir considerablemente su calidad de vida.

Por lo tanto, si tienes una enfermedad y tus preocupaciones están más relacionadas con los aspectos que he comentado seguro que un psicólogo/a especializado puede ayudarte.